domingo, 21 de julio de 2019

La danza del viento

Como en una danza, el viento ondea los paisajes. En este caso de Caña de Castilla, gran invasora, planta exótica traída de Europa en alguno de esos primeros viajes conquistadores.
También los plumeros del Palo Borracho se esparcieron con estos fuertes vientos.
Tal vez sus semillas tocaron tierra isleña, el gran espacio verde que recibió luego el agua, para comenzar tal vez, un nuevo ciclo.
Y si pudiéramos contemplarlo, el crecimiento de nuevos bosques.
Hoy el gran espacio verde que comprende el área lindera a la base militar de El Palomar, recibió todo el caudal de agua, y su gran extensión detuvo fuertes vientos.
Estos servicios a la comunidad son fundamentales para mantener nuestra calidad de vida.


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